lunes, 29 de junio de 2009

Por más tiempo que pase, siempre vuelvo.

Cruzamos el cielo como pájaros, como ángeles tristes,
Cruzamos juntos el océano, la inmensidad del mar,
Mas nada podremos encontrar en este viaje,
Mas nada, excepto el dolor de surcar sin alcanzar.


Ésta es la primera parte de algo que últimamente leo, al principio resultaba ligeramente reconfortante, y no por el final del texto. Más adelante, habrá más, y entonces quizá se entienda.